La Cueva del Tesoro

    Entre La Cala del Moral y el Rincón de la Victoria, se encuentra este complejo de grutas, en la zona conocida como de El Cantal, denominación que recoge del termino "cantales", que son pequeños acantilados.

    El Cantal se originó por la sedimentación de material calizo en una cuenca de sedimentación submarina en la que existían filitas y que los cambios isostáticos o geofísicos, provocaron un plegamiento y por consecuencia, el alzamiento del terreno. Terreno compuesto por materiales calizos y silíceos.

    Estos movimientos se produjeron hasta tal punto que los hizo emerger mas allá de la superficie del mar.

    A partir de ese alzamiento, es cuando se produce la erosión del material calizo, despejando el espacio ocupado por este, hasta tal erosión que permitió la aparición de los materiales silíceos, por efecto entre otros de abrasión por la fuerza de las olas.

    Al repetirse estos movimientos, hicieron emerger los terrenos calizos de los extremos de la plataforma de sedimentación, que formaron las escamas calizas de El Cantal y de Comares, dándose esta formación en época jurásica y que se asoman al mar por esta parte de la costa Mediterránea.

    Este complejo tiene la particularidad de ser una de las tres únicas cuevas de origen submarino, que se conocen en el mundo, teniendo también como particularidad, que es la única de este tipo dentro del Continente europeo, estando muy alejadas en el planeta las otras dos restantes, dado su situación, una en Asia y la otra en América Central ( México ).

    Este complejo de grutas se dividen en 3 grandes partes o sectores, entre las que se encuentran más cavidades. Puedes observar el diagrama de las rutas en la Solapa "PLANO"

    Sector A.

    Esta cavidad, está separada de las otras 2, recibe el nombre de Cueva de la Victoria, es de medianas proporciones,y posee dos bocas y una de ellas, en forma de torca. Es la que tiene mayores dimensiones del complejo.

    Las distintas salas y galerías de la Cueva de la Victoria contienen pinturas prehistóricas, de varias épocas en las que se encuentran, paleolítico superior y Neolítico-Calcolítico, de distintos colores en las que destacan las de color rojizo, concentrandose la mayoria en la sala Dosel, teniendo una gran cantidad de estas pintura o motivos.

    Sector B.

    La cueva del Higuerón (sector B) , relativamente pequeña, de un formato muy lineal, techos con poca altura y con los correspondientes inconvenientes y dificultades que conlleva por este hecho para poder recorrerla, tiene una entrada en forma de pozo estrecho y helicoidal, se comunica con el resto del complejo a través de una conexión .

    Los motivos, pinturas principales albergadas en ella, fueron descubiertas y dadas a conocer por el abate e historiador Henri Breuil.

    Antonio de la Nani, convencido por las leyendas sobre un tesoro en dichas cuevas, comenzó a buscar ese tesoro durante el siglo XIX y desapareció precisamente en la zona donde se encuentra la Cueva del Higuerón, como consecuencia de la explosión de uno de sus barrenos, convirtiéndose en parte de la leyenda que cuenta que puede verse su espíritu vagando por la gruta que pasó a llevar el nombre del Suizo, nacionalidad de Antonio de la Nani.

    Esa carga de leyendas de tesoros escondidos en estas cuevas, llevó a otros numerosos aventureros a la remoción de sedimentos (sobre todos ellos destaca, como ya hemos comentado, la figura del “Suizo” ).

    Estas alteraciones pudieron constatarse por Laza Palacios y Giménez Reyna durante sus excavaciones. Esas afanosas búsquedas de tesoros de dichos aventureros, imposibilitaron el estudio de una secuencia arqueológica, y que de alguna otra forma, si no hubiesen dado estos casos, hubiera sido de gran esclarecimiento.

    Sector C.

    Por último, la zona del Sector C, en la conocida turísticamente como Cueva del Tesoro.

    Esta zona de la cueva, la que ha recibido modificaciones y habilitaciones para facilitar su recorrido por los clientes, es la que ofreció más dificultades a un grupo de investigadores de los años ochenta, tanto por su volumen como por su complejidad espacial.

    Esta razón convierte a la cueva del Tesoro en la zona que más posibilidades ofrece a un proyecto de investigación futuro que aborde la magnitud integral del cavernamiento (casi dos kilómetros de galerías).

    Como ya hemos comentado, las referencias sobre incursiones en estas cuevas abonadas por sus leyendas fueron frecuentes en la literatura malagueña de los siglos XVIII al XIX, aunque careciendo de informaciones útiles para el conocimiento de la prehistoria.

    También se dice que en ella se ocultó unos meses, en el año 86 antes de Cristo, Marco Craso, huyendo de la persecución de Mario y Cinna.

    Ya Plutarco se hace eco de la existencia de esta cavidad y dicho ocultamiento, en su obra “Vidas paralelas”, lo que es recogido en 1789 por Cecilio García de la Leña en su obra "Conversaciones Históricas Malagueñas".

    Cabe destacar, la gran riqueza de pinturas, como los que existen en la sala del Águila, que se hallan varios motivos faunísticos en varios colores además de otras pinturas y grabados, pero sin embargo, estos tesoros se desaprovecharon, ya que en los últimos siglos se centró la atención de propios y extraños, en la referida leyenda del impresionante tesoro escondido en el siglo XII por árabes que llegaron huyendo de las revueltas de su tierra.

    Historia

    Como ya hemos comentado, las referencias sobre incursiones en estas cuevas abonadas por sus leyendas fueron frecuentes en la literatura malagueña de los siglos XVIII al XIX, aunque careciendo de informaciones útiles para el conocimiento de la prehistoria.

    También se dice que en ella se ocultó unos meses, en el año 86 antes de Cristo, Marco Craso, huyendo de la persecución de Mario y Cinna.

    Ya Plutarco se hace eco de la existencia de esta cavidad y dicho ocultamiento, en su obra “Vidas paralelas”, lo que es recogido en 1789 por Cecilio García de la Leña en su obra "Conversaciones Históricas Malagueñas".

    Cabe destacar, la gran riqueza de pinturas, como los que existen en la sala del Águila, que se hallan varios motivos faunísticos en varios colores además de otras pinturas y grabados, pero sin embargo, estos tesoros se desaprovecharon, ya que en los últimos siglos se centró la atención de propios y extraños, en la referida leyenda del impresionante tesoro escondido en el siglo XII por árabes que llegaron huyendo de las revueltas de su tierra.

    Es aquí donde difieren las leyendas al respecto , pero sólo en la autoría, siendo las dos principales:

    • Fueron cinco reyes moros los que arrumbaron a nuestras costas cargados de enormes riquezas, que pusieron a salvo escondiéndolas en la Cueva del Tesoro.
    • Fue el emperador de los almorávides Tasufín Ibn Alí el poseedor del tesoro.

    Sería D. Manuel Laza Palacio, propietario de las cuevas, quien las estudiase en profundidad, durante casi cuatro décadas y hasta su fallecimiento en 1988. Durante su trabajo aparecieron en las cercanías 6 monedas almorávides de oro de los tiempos de Yusuf Ibn Tasufín.

    Este descubrimiento no hizo sino avivar la creencia de que en algún punto, aún por descubrir, se encuentra esperando el inmenso tesoro escondido.

    Gracias a todos los años de investigación dedicados, D. Manuel Laza logró ubicar en La Cueva del Tesoro uno de los tres famosos santuarios prehistóricos del sur de la Península.

    • El primero, dedicado a Hércules, está ubicado en el Peñón de Gibraltar
    • Un segundo, en el cabo de Gata ( Almería ), consagrado a Venus Marina. * Ambos, fueron construidos por griegos y romanos respectivamente a partir de santuarios tartésicos y fenicios.
    • el Tercero, de la diosa lunar, a quien Rufo Festo Avieno, en su poema "Ora Maritima", llama Noctiluca.

    El más importante de los tres, este santuario enlaza con las comunidades íberas y los primeros pobladores fenicios.

    D. Manuel Laza Palacio decía, en la revista "Gibralfaro" en 1972, lo siguiente:

    "Yo he tenido la suerte de localizar este santuario prehistórico, en el que está el germen de la ciudad de Malaka; ese santuario lunar, esa gruta prehistórica viene a ser la matriz en la que se engendró la vida ciudadana de la antiquísima Malaka (...)".

    Describiendo como se topo por primera vez antes la diosa.

    "Cuando tras penosa excavación pudimos penetrar en las recónditas salas del fondo de la cueva del Higuerón o del Suizo, pude advertir que junto a una extraña figura de piedra caliza, que aparenta la figura de una mujer envuelta en un manto, con un gran ojo circular que podría ser la cabeza, aparecía en el suelo una gran mancha grisácea, parecían cenizas. Tomé muestras que fueron analizadas por mi hermano el Dr. Modesto Laza, que dictaminó que se trataba de fosfato de cal; es decir, aquellos polvos grisáceos eran cenizas de huesos. A los pies de aquella figura de piedra de forma tan extraña se presenta también una especie de altar bicorne, desde luego obra espontánea de la erosión natural, que le ha dado esa forma como de media luna en aquel saliente de piedra."

    El descubrimiento fue en 1955 y esas características recordaron a Laza las descripciones que el profesor Glotz hacía del santuario lunar de la cueva de Psycro, en la isla de Creta.

    "Del mismo modo, la descripción que hace Tito Livio de la forma que tenía la imagen de la diosa Cibeles, la madre de los dioses, que es esta misma diosa mediterránea, me llevó al convencimiento de que la cueva del Higuerón fue el santuario prehistórico del que habla Festo Avieno en su poema histórico-geográfico. Y, aún más, si recordamos que entre las escasas pinturas rupestres descubiertas por Breuil en esta gruta figura una cabeza de cabra montés, que es animal consagrado a la diosa lunar".

    La figura de Noctiluca se considera como motor espiritual del Mediterráneo, adorada en otras partes del mundo como:

    • ASTARTÉ en Siria
    • ISIS en Egipto
    • HÉCATE, CIBELES y AFRODITA en Grecia

    Noctiluca es la Diosa Madre, principio femenino que se añade al eje rector de la Luna como organizador de los ciclos vitales y agrícolas.